Laura Diepstraten, nacida en Almería hace 11 años, es invidente de nacimiento ya que al nacer prematura tuvo un corte en la retina. «Cuando era pequeña soñaba con venir. Soñaba con los coaches y no soñaba con la fase en la que estaba. Empecé a cantar con 8 años, me presenté a un concurso y lo gané. Solo con las palmas del público sé si se han emocionado o no. Si tardo más, pues tardo más y si no sale a la primera, saldrá a la segunda o a la tercera» reconocía Laura que sobre todo es un ejemplo de perseverancia.
La ceguera es un hándicap que le ha impedido ver la vida como la mayoría pero que le ha sumergido en un mundo que solo lo perciben quienes están obligados a moverse por él sobreutilizando el resto de los sentidos. Laura no puede ver pero puede sentir más y mejor que el resto además de percibir detalles inapreciables para el resto. Cantaba ‘Qué bonito’ de Rosario Flores.
El primero en girarse era Antonio Orozco y le seguía Rosario Flores. «Sabes que me he emocionado. Mi canción preferida es qué bonito. Me has llenado el corazón, mi amor». «Ahora tienes que elegir entre dos» emplazaba Rosario a Laura a decidirse por uno de ellos y así lo hacía «los dos me gustáis muchísimo pero me voy a ir con Rosario».
La actuación de Laura calaba en Orozco que comenzaba a llorar y Rosario le daba voz «Jo, estas cosas te emocionan tanto, por favor. No somos nadie. Son lecciones en la vida, que nos creemos nosotros muy fuertes, pero no somos nada. Cuando ves a una niña así de fuerte cantando, vamos… Antonio se ha emocionado porque es que es para emocionarse, ¡qué flipante!»